Lee entre líneas...


Es curioso, ayer tuve la misma conversación tres veces, con tres personas diferentes, y en ningún caso saqué yo el tema. En los tres casos fue con personas de diferentes países: un español, un inglés y un francés. Sí, ya lo sé, parece un chiste de nacionalidades.
La conversación empezaba siempre con la misma pregunta: "eres más anglófila o más francófila?"
Hace unos años, y debido a una serie de catastróficas desdichas en el país de los galos, hubiera dicho sin dudarlo que prefería Inglaterra, rotundamente. Pero con el paso del tiempo, me he dado cuenta de algo: los franceses son chovinistas, claro, pero...no lo somos todos? Yo lo del patriotismo no lo sentí hasta que me fui a trabajar fuera a los 20 años. Y lo siento cada vez que me largo a otro país. Y creo que todos nos tenemos por mucho cuando nos comparamos con otra nación. O no pensamos todos siempre lo mismo? Que si en España hace mejor clima, que si la gente vive mejor, que si allí sí que sabemos divertirnos, que si todo es más barato y no como aquí,...que si t'abuela festeja...! Pues vete a España. Todo tiene su lado bueno y su lado malo, eso está claro.
Pero eso no es lo importante del tema. A lo que voy es a que en todas partes hay gente que mola y gente de una gilipollez supina integral. Y mi modus operandi es quedarme con los primeros, y para los segundos, sean de donde sean, tengo una frase robada pero que ha pasado a formar parte de mi vocabulario habitual: LEE ENTRE LÍNEAS; porque, eso sí, la educación no hay que perderla nunca ;)

Insensatez...


Soy una insensata. Pero me enCANTA. Y vaya juego de palabras más tonto acabo de hacer. Podría borrarlo, no? nada me lo impide...pero mira, el gato es mío y me lo fo...digo...que el blog es mío y pongo lo que quiero. Bueno, al lío:

Últimamente mi vida se está poniendo interesante. ¿Y cómo se llama él?...más bien ella, diría yo: música, se llama música.
La cosa es que poco a poco he ido encontrando un sitio donde me siento como pez en el agua, y es entre músicos, donde la lengua que se habla no es el francés, ni el español, ni el chino mandarín, donde sólo hay un lenguaje y qué más da si vienes de Kazajistán.
Resulta que desde hace unas semanas mi nuevo amigo "el astrólogo" (al que le debo de haber caído en gracia) me llama para hacerme proposiciones muy decentes relacionadas con el mundillo del jazz, y esto a mí me ha dado una vida...
El sábado fue, en cinco palabras: es-pec-ta-cu-lar. Kamel (al que voy a dejar de llamar "el astrólogo" porque ya me sabe mal) me invitó al cumpleaños de una amiga suya donde, según me dijo, iba a haber muchos músicos. Al principio me lo pensé, por aquéllo de verme entre un montón de gente que no conocía de nada...pero luego sopesé: cuáles son las opciones? pues fiesta corriente y moliente por un lado, o soirée musical por el otro...y claro, no había color. Así que allí que me fui, en el coche de la hermana de un tío al que prácticamente no conozco y a una casa donde la cumpleañera acababa de saber de mi existencia, a rodearme de completos desconocidos que hablaban una lengua extraña. Joder qué planazo. Pero...para mi sorpresa, el ambiente resultó ser muy distendido desde el principio. Lola, la cumpleañera me recibió con los brazos abiertos, y además encontré alguna que otra cara conocida (Amiens es, a menudo, muy pequeño).
Y allí estaba yo, mezclándome con la gente, hablando con unos, con otras, y cuando se organizó el colectivo musical, acabé cantando alguna bossa nova (que es un descubrimento que he añadido últimamente a mi repertorio) y algún estándar de jazz. Hasta un Bésame mucho nos marcamos, para dejar bien representada la terreta. Y ya que estaba entre profesionales...pues les cambiaba algún que otro tono para putear un poquito: allí tenía a Kamel y a Mathieu tocando Corcovado con cara de comer limones...luchando con una tonalidad imposible...y saliendo airosos. La verdad es que es una pasada cantar con músicos tan buenos.
Esa noche hubo para todos los gustos: desde rock y blues hasta boleros, pasando por el flamenco; con lo difícil que es...
Una botella de vino blanco rescatada en el último momento 6 euros, un jersey que te enganchas con una puerta 15 euros...ver a un grupo de gabachos tocando flamenco...y tocándolo bien...no tiene precio. Hasta conocí a una francesa que había vivido en Barcelona y que (alerta) me habló en catalán! ...y para todo lo demás, pues Mastercard.

A las 6:30 de la mañana llegaba yo a casa, (en el coche de un bajista que tocaba la guitarra que daba miedo) más feliz que una perdiz. Y a las 11:30 abrí un ojo...y ya no pude volver a dormirme. Yo, la Reina de las Marmotas. Creo que me hago mayor.
Pero qué noche la de aquel día.
El miércoles el astr....digo Kamel ha organizado un concierto de jazz y me ha invitado a cantar con ellos. Así que me parece que este tío es, definitivamente, el contacto que había que hacer en Amiens para moverse en este mundo oscuro y misterioso que es el jazz. Seguramente soy un poco insensata por lanzarme a todas estas cosas con gente que toca tan asquerosamente bien.
Pero que me quiten lo cantao, porque para mí ahora Amiens se ha convertido, sin duda, en otra ciudad distinta.