Naira del Arco y los ángeles de Napoleón palito-palito-palito


Este fin de semana ha sido bastante completo:

Filipe se fue a Valenciennes, y Jesús estaba con Pauline en un concierto a cienes y cienes de kilómetros, así que el sábado por la noche nos montamos una “ladies’ night” en toda regla: acabamos en un bar de cuyo nombre no puedo acordarme donde nos identificaron enseguida (se nos debe de ver a la legua) y nos pusieron una rumba detrás de otra. Es algo que España no nos emocionaría ni de coña, pero claro, aquí, el sentido patriótico se despierta muy fácilmente, así que allí nos tenías a todas bailando rumba como enloquecidas. A todo esto, ninguna ni puñetera idea de bailar rumba, pero nos quedamos con el personal, eso es un hecho.

El domingo nos fuimos a Compiegne en el coche de Sandra. Compiegne es un pueblo donde la pobre Gloria pasa sus días aislada de la civilización, pero eso sí, rodeada de naturaleza, con toda la fauna y la flora que ello conlleva. Además, en honor a la verdad, es un pueblo precioso.
Como Gloria, además de vivir allí, trabaja en la oficina de turismo, pues tuvimos una guía de excepción:
Nos llevó a ver el Palacio de Napoleón III con sus correspondientes jardines (que no se privaba de nada el tío), el bosque de Compiegne (que es el segundo más grande de Francia y donde se firmó el armisticio de la primera guerra mundial), un campo de concentración nazi, la iglesia donde rezó Juana de Arco justo antes de que la atraparan y el parque donde la capturaron acto seguido (conclusión: rezar es malo).
Diremos que Juana de Arco es a Compiegne como Julio Verne es a Amiens: lo más importante que ha pasado en toda la historia del lugar y algo que hay que recordar en cada rincón.
Yo tengo mi propia opinión sobre la relación de la Iglesia Católica con Juana de Arco: primero la matan por bruja y luego la hacen santa. O sea, primero te quemamos viva y siglos después te perdonamos porque somos misericordiosos. Muchas gracias.
Y también tengo mi propia teoría sobre sus conversaciones con Dios: por lo que cuenta la historia, ella hablaba con Dios, oía voces y eso, y luego sabía lo que había que hacer en la batalla; no sería esto una suerte (o desgracia) de esquizofrenia que por cierto, no estaba diagnosticada en la “época de antaño”?
En fin, yo soy bastante incrédula para todas estas cosas, más si la Iglesia se mete por medio para contar mentiras cochinas y sacar tajada. Qué pasa, es mi blog y digo lo que quiero!
Pero a pesar de todo, me pareció una excursión fantástica, incluso repetible. Vale la pena darse un paseo por allí. Y gracias Gloria por trabajar en domingo! ;p

7 comentarios:

Burdi dijo...

No se pronunciaba "Napoleón Iiih!!!", como si acabases de ver una rata?

Unknown dijo...

No, en romano es "palito-palito-palito", de toda la vida!

Anónimo dijo...

Ole ole las ángeles de Napolón palito-palito-palito!!!
Gloriaaa

Burdi dijo...

Entonces los años no se pronuncian tampoco como se leen? MMIX se lee "eme eme palito equis"? Y tampoco los capítulos de los viejos culebrones, como "La Perra de la Pradera, capítulo XCVIII" no se pronuncian "ecsciviii", sino "equis ce uve palito palito palito"? Qué me estás contando? He vivido engañado todo este tiempo?

Unknown dijo...

Luis, no tienes ni puñetera idea de leer en romano. Punto.

Burdi dijo...

Jo... Cuando quieres puedes ser muy cruel :(

Anónimo dijo...
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